Morir en Pandemia es Morir sin despedirse
- 21 ago 2020
- 2 Min. de lectura
Toda persona que está muriendo, tenga la edad que tenga, sabe que está muriendo.
La pregunta es ¿podemos escucharla?
SOLOS, en las terapias intensivas o salas de aislamiento, ¿quién puede escuchar a aquellos que saben que se están muriendo?.
Una vez que nos ocupamos del cuerpo de los pacientes, que no tengan dolor, que puedan respirar, que estén compensados, ya está? Qué más necesita una persona en esos momentos?
Cuando las personas que rodean a un paciente, se desconectan de él porque no responde, la persona enfrenta una de las peores muertes que se puede tener. Ignorado en todo su ser. Atendido en lo físico, pero ignorado en su ser.
Está comprobado que el último sentido que pierden las personas antes de morir es el oído. Escuchan hasta la última palabra aunque no respondan. Por esto hay que tener sumo cuidado y a la vez, se abre una oportunidad, la de despedirnos y hacer lo único que hay que hacer en esos momentos, resolver los temas pendientes.

La muerte en pandemia nos quita a pacientes y familiares esta posibilidad.
Y nos limita, al no poder hacer velatorio, ni reunión familiar o con amigos. la posibilidad de empezar la elaboración del duelo. El proceso de elaboración del duelo se realiza a través de la palabra, cuando desde el primer momento podemos HABLAR y COMPARTIR con nuestros afectos cercanos lo que sucedió, las características de la persona que se ha ido, los sentimientos que teníamos hacia ellos, las anécdotas, los recuerdos, las broncas y las alegrías.
Si bien el duelo después de la pérdida de un ser querido es natural, el trabajo de duelo aparece cuando quedan esos pendientes…ojalá hubiera hecho esto o aquello, ojalá le hubiera dicho…
Tendremos por delante muchos trabajos de duelo que acompañar y esperemos que esta manera de morir a la que nos expone la pandemia no quede instalada como nueva normalidad.
Lic. Alejandra García Moreno - 21/07/20








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